sábado, 23 de diciembre de 2017
viernes, 24 de noviembre de 2017
martes, 14 de noviembre de 2017
DESPOJO DE FUENTES DE AGUA, DEMANDAS, ACCIONES DE APOYO Y RESISTENCIA
La comunidad de Realenga
se encuentra ubicada en la Segunda Sección Municipal de Machacamarca, de la
Provincia Pantaleón Dalence del Departamento de Oruro, a escasos minutos de la
Ciudad de Oruro. Esta comunidad disfruta de un importante potencial turístico,
ya que tiene por la zona un templo colonial de Sora Sora, chullpares, está rodeada
de montañas en la cual existen animales como la vizcacha, se cuenta con
serranías (existe mineral como plomo, estaño, cadmio, zinc) y además que se
cuenta con muchos recursos forestales. Por lo tanto, la
economía de los habitantes de la comunidad de Realenga está basada en las
actividades productivas concentradas en la agropecuaria y los derivados
lácteos.
Pese a todas estas altas
potencialidades productivas, la comunidad se encuentra sufriendo por la
contaminación de las aguas de los ríos y los acuíferos subterráneos que se encuentran a
lo largo de la subcuenca Huanuni, sobre los cuales se depositan los desechos y residuos de la mina de
Huanuni (empresa estatal) y de otras operaciones sin dique de colas, ni con previo tratamiento. Es fácil notar la contaminacion debido a que dichas aguas son de color plomo
y negro y, con alto contenido de metales pesados. Ante tal situación, el Presidente Evo Morales firmó el Decreto 0335
octubre del año 2009, que declara a la sub cuenca Huanuni en “Situación de
emergencia de carácter departamental, con aplicación en los municipios de Huanuni,
Machacamarca, el Choro y Poopó del departamento de Oruro”.
« La empresa Huanuni
emite descargas, sin tratamiento directamente al rio Huanuni que llega hasta el
lago Uru Uru y Poopó. Las aguas del rio contaminan tierras de comunidades aguas
abajo provocando una situación de daño ambiental severo, la afectación a las
condiciones socioeconómicas de la producción agropecuaria y alto riesgo a la
salud de la población (enfermedades gastroenterológicas, respiratorias agudas y
dérmicas). La gran acumulación de relaves en las riberas y en el mismo rio son
arrastrados a tierras comunitarias debido a las crecidas del rio en tiempo de
lluvia y por la incorporación de partículas finas de metales pesados en la
atmósfera en la época de vientos, ampliando sus efectos y consecuencias
convirtiéndolo en un problema constante y no temporal » (Datos Colectivo
Casa)
Además de ser una amenaza para la salud
de las personas y los animales (por culpa de la acidez y de la presencia de
metales pesados como el Arsénico, Cobre, Plomo, Cadmio y Zinc), las aguas
contaminadas afectan también negativamente a la flora y fauna y por la perdida de
grandes extensiones de suelos de cultivo y pastoreo, afectados y contaminados año
tras año por la crecida, la sedimentación y el desborde de los ríos en épocas
de lluvias. Al final, esta perdida de la capacidad productiva de los suelos
(por sedimentación y salinización), genera una situación de amenaza afectando a
las condiciones socioeconómicas y alto riesgo para la salud de las comunidades
afectadas.
Por todas estas razones,
les comunidades ya desde varios anos están reclamando a la gobernación y las
minerías que pongan soluciones al hecho que se han perdido poco a poco terrenos
de cultivo.
“En Realenga el rio
contaminado con copajira pasa a metros de distancia de los campos de pastoreo
de varias familias, el olor es ácido y por unos minutos de estar ahí se empieza
a sentir picazón en piel, ojos y labios. Una de las mujeres que pastea su
ganado en ese lugar cuenta que se siente enferma desde hace tiempo, pero que no
sabe que pueda tener, que no ha ido al médico y que no sabe si es por el grado
de contaminación que rodea su casa. “
Colectivo CASA, 2015
Colectivo CASA, 2015
Desde hace algunos años, la comunidad se ha organizado en varias organizaciones de mujeres productoras de pan, de productos lácteos y de artesanía para vender y sacar provecho cada día a sus productos sanos y orgánicos en la carretera. Hasta ahora, la venta de estos productos es una fuente de recursos para la comunidad, pero el problema es que, por falta de infraestructura solida, las mujeres se ven obligadas a cerrar el puesto de venta cuando hay demasiado viento o lluvia.
Ante esta grave situación de daño ambiental, recordamos que las mujeres de Realenga juegan un rol fundamental porque son ellas las que se ocupan del pastoreo del ganado y del ordeño de las vacas (elaboran el queso y yogurt) de manera artesanal, son las que se ocupan en la venta de sus productos, son las encargadas de abastecer de agua a la familia y también participan a las reuniones comunales, en los proyectos de capacitación y en la producción del cultivo (riego).
A raíz de ello, mujeres y lideresas de esta comunidad se han organizado en la Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra (RENAMAT); en conjunto están demandando atención a sus demandas ambientales y denunciando la violencia medioambiental provocada por la minería.
Como parte de este trabajo organizativo, el día sábado 28
de octubre, la RENAMAT con apoyo del Colectivo CASA, ha realizado la entrega de
una caseta de revalorización productiva a la comunidad de
Realenga para recordar e insistir que debe seguir siendo una zona altamente
productiva y valorada por sus potencialidades lecheras protegiéndola de la contaminación
de sus terrenos. Con música y alegría, se realizó una ceremonia de saludos y de
agradecimientos por parte de toda comunidad. Con el mensaje de: “Realenga
productiva, trabajando por la vida”, demostrando
su potencialidad para evitar que sigue el rebalse del rio Huanuni, se
construyan diques de colas de una vez y la propagación de aguas contaminadas en
sus territorios. La comunidad ha reafirmando en este día su demanda urgente a
las autoridades que se construyan muros defensivos para que puedan seguir a
trabajando con sus productos que no están afectados, apostando por su vocación
productiva.
lunes, 13 de noviembre de 2017
DESPOJO DE FUENTES DE AGUA, DEMANDAS, ACCIONES DE APOYO Y RESISTENCIA
Rancho grande es una
comunidad que se encuentra en el Municipio de El Choro ubicado
al noreste del Departamento de Oruro. En el Municipio de El Choro propiamente
no existe actividad minera como tal, sin embargo reciben por la subcuenca
Huanuni las descargas contaminantes de diversas operaciones mineras desde
cooperativas hasta empresas que han vuelto insostenible la vida en este lugar a
falta y desaparición de las fuentes de agua.
Su topografía, en general, es
plana, con depresiones a través del curso del río Desaguadero. La empresa
estatal Huanuni – Corporación Minera de Bolivia, siendo la mayor responsable de
contaminación de agua y suelos por residuos mineros y desechos de ingenio en
este caso, realiza la explotación industrial de estaño desde el año 2006 a
cargo de COMIBOL. Lo más grave en este caso es que hasta el día de hoy, esta
operación no ha construido un dique de colas para el tratamiento de los
residuos tóxicos; esto ha provocado que la subcuenca Huanuni reciba de forma
directa todos los desechos y estos vayan a los ríos circundantes que son de
consumo de la población y de los animales.
En El Choro, la actividad económica principal es la ganadería ovina,
seguida de la cría de vacunos y porcinos; la producción es destinada al mercado
y al consumo doméstico. Asimismo, se generan importantes ingresos a partir de
la leche y la elaboración de quesos, además de la producción de lana y pieles
de cordero. El río Huanuni también es parte de uno de sus ríos y entre sus
otras fuentes de agua anteriores estaban los pozos subterráneos, actualmente
con agua “cristalizada de los ríos” se forman cotañas artificiales en las casas
de las familias para la bebida del ganado.
En la actualidad, la población del Municipio de El Choro no posee
agua ni siquiera para consumo humano y menos aún para el sustento de sus
actividades económicas. El agua de los pozos subterráneos han desparecido por efecto de filtración en
ausencia de un dique de colas y el agua de los ríos ahora están totalmente
contaminados. El agua de la lluvia sigue siendo la única fuente de agua para la
sobrevivencia. La población debe verse obligada a “cosechar” agua de la lluvia
que cae de sus techos de calamina (los que tienen este tipo de techo) y de las
canaletas y almacenar esta agua en fuentes para luego utilizarla. Los que
tienen posibilidades de adquirir un tanque, acumulan en estos el agua de la
lluvia.
Sin embargo, la situación es complicada porque en las comunidades que
están alejadas del pueblo, los techos siguen siendo de paja seca y por lo tanto
no pueden reunir el agua de la lluvia y sólo pueden usar los baldes, bidones y
demás instrumentos para acumular agua de la lluvia que no alcanza para
satisfacer las necesidades de las familias y en última instancia se ven
obligadas a recibir agua del río contaminado:
“Sus casas son de barro, no se puede llevar ni
material, ellos son los que sufre más, porque se llevan agua desde la ciudad
pero cuando no hay caso de llevarse, tienen que consumir no más del río, a
pesar que lo hacen hervir sale como con tierra, espeso, como api”.
(Eugenia Quispe – El Choro)
La escasez de agua ha generado en la población de todo el
Municipio, una serie de demandas a sus autoridades y el estado de falta de agua
es tan alarmante que, en octubre de este año el Alcalde del Municipio se
comprometió a llevar cisternas de agua periódicamente a las comunidades. Pero todavía los habitantes de Rancho Grande (comunidad
del Municipio) siguen esperando el cumplimiento de dichas promesas. Hasta
ahora, se han sido forzado vivir en estas condiciones de vida en las cuales
cualquier tipo de agua (incluso la contaminada) les sirven para sobrevivir.
A raíz de ello mujeres y lideresas de esta
comunidad y de otras del Municipio, organizadas en la Red Nacional de Mujeres
en Defensa de la Madre Tierra (RENAMAT); están demandando atención a sus demandas
ambientales y denunciando la violencia medioambiental provocada por la minería.
Como parte de este trabajo organizativo, el día
sábado 28 de octubre, la RENAMAT con apoyo del Colectivo CASA, ha realizado una
entrega de cisternas
de agua limpia en la comunidad de Rancho Grande como recordatorio simbólico a
las autoridades que se han comprometido a hacer llegar el agua.
La necesidad
alta de agua se ha reflejado en el agradecimiento emotivo de los pobladores de
la comunidad. Ese día se juntaron todos los recipientes para recibir el agua
limpia, este día mujeres, hombres y
niños, corrían con baldes, bañadores en cada esquina de la placita de la
comunidad. La demanda de esta comunidad se basa en la necesidad de agua para su
consumo y la importancia del agua para la vida.
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